Nos fuimos de Phnom Pehn
realmente con el corazón encogido y triste. La historia reciente de Camboya es horrible,
escalofriante y no tan lejana pues data de la década de los 70.
Contratamos un autobús que nos
llevaría hasta Siem Reap y allí, por fin, visitaríamos los famosos templos de
Angkor.
Antes de iniciar este viaje algunos
amigos nos hablaron sobre Angkor como un lugar espectacular y su visita era
obligada. Igualmente, viajeros que fuimos conociendo durante estos meses nos
comentaban sus intenciones de ir.
No quisimos ver demasiadas
imágenes en internet para que la sorpresa fuese mayor, pero nos resultó
inevitable ver alguna.
En estos meses hemos podido
visitar templos, pagodas, palacios pero, al parecer, nada iba ser comparable a estos templos.
Llegamos de noche y como de
costumbre sin nada reservado, ¿Acierto o error? En esta ocasión y dado que llegábamos tan
tarde pensamos que fue un error, pero una vez más tuvimos suerte.
El viaje nos recordó al Dragón
Khan de Port Aventura: subidas, bajadas, carreteras llenas de baches y
continuas curvas…
Al llegar una veintena de
conductores de Tuk-tuk esperaban ansiosos la llegada de turistas. Acordamos con
uno de ellos que nos llevara a un Hostel barato y así fue: 8 dólares por una
habitación doble con una enorme cama y con baño dentro. Caímos como sacos en la
cama y nos dormimos rapidísimo pues el viaje había sido largo y bastante
agitado.
Para visitar el conjunto de
templos, básicamente, hay dos opciones: en bici, que son unos 35kms., o
contratando un Tuk-tuk para todo el día (10€). Optamos por esta última opción
pues estábamos casados y, además, parecía que iba llover.
Compramos la entrada de tres días
que costaba unos 40 dólares, solamente teníamos dos días pero salía mejor de
precio (cuesta lo mismo comprar dos días sueltos que el pack de 3 días).
Todo, absolutamente todo, en
Angkor es sorprendente: sus dimensiones, estructuras, detalles… uno no puede
dejar de fotografiar, de observar y de alucinar.
No contratamos un guía y la verdad
es que después nos arrepentimos.
Un lugar tan especial requería
saber más, tener más datos y explicaciones y, por ello, decidimos que una vez
finalizada la visita nos informaríamos más sobre la historia de este lugar
mágico y así lo hicimos. Os dejamos una breve reseña y a lo mejor os pica el
gusanillo:
“Sus monumentos y templos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco en el año 1992 y son el conjunto monumental más famoso de
Camboya.
Angkor Wat forma parte del complejo de templos construidos en la zona
de Angkor, la antigua capital del Imperio jemer durante su época de esplendor,
entre los siglos IX y XV y abarca una extensión en torno a los 200 km².
Desde su construcción a principios del siglo XII, fue el centro
político y religioso del imperio.
En el recinto, se ha calculado
que vivían 20.000 personas, increíble pero cierto.”
A pesar de ello, la amplitud del lugar es tal que en ocasiones
parecía que estábamos solos, rodeados de ruinas y misterios. Y el lugar te
atrapa y te invita a reflexionar:
¿Cómo habrían construido todo
aquello?
¿Con qué medios?
¿Cuánta gente había vivido allí y
cómo vivían?
Todas esas preguntas y muchas más
nos rondaban por la cabeza según iba pasando el día. Y es una pena que aún no
esté inventada la máquina del tiempo.
Es un lugar en el cual te
adentras y por momentos parece que estés en un “cuento de hadas”.
Escuchamos a un chico que le
decía a su amigo – “Fíjate, es el poder de la naturaleza que lucha contra el
del ser humano”, por como las enormes y preciosas raíces de los árboles abrazan
y hacen tambalear las estructuras de los templos.
Fue una buena idea contratar el
Tuk-tuk para todo el día. En cuanto terminabas de visitar un monumento te
esperaba para llevarte al siguiente, aprovechando el tiempo al máximo.
Además tal y como sospechábamos, el día terminó con un gran chaparrón.
Al llegar al Hostel nos
encontrábamos cansados pero felices por haber podido disfrutar de todo aquello.
Aún quedaba un días más para seguir viendo aquella maravilla.
No hace falta decir que creemos
que este lugar lo recomendamos 100%, ¿no?
En el siguiente post os
contaremos nuestra vuelta a Bangkok pasando por la frontera camboyana.
Alguien nos esperaba en Bangkok
con muchas ganas de visitar el Sur de Tailandia.
Que disfrutéis muchísimo de la
Noche Vieja en familia y deseamos de corazón que vuestros deseos y sueños para
el 2014 se cumplan.
¡Nosotros seguimos soñando y cumpliendo
nuestros sueños!
HASTA PRONTO