domingo, 29 de diciembre de 2013

ANGKOR: EL TESORO DE CAMBOYA


Nos fuimos de Phnom Pehn realmente con el corazón encogido y triste. La historia reciente de Camboya es horrible, escalofriante y no tan lejana pues data de la década de los 70.

Contratamos un autobús que nos llevaría hasta Siem Reap y allí, por fin, visitaríamos los famosos templos de Angkor.

Antes de iniciar este viaje algunos amigos nos hablaron sobre Angkor como un lugar espectacular y su visita era obligada. Igualmente, viajeros que fuimos conociendo durante estos meses nos comentaban sus intenciones de ir.

No quisimos ver demasiadas imágenes en internet para que la sorpresa fuese mayor, pero nos resultó inevitable ver alguna.

En estos meses hemos podido visitar templos, pagodas, palacios pero, al parecer,  nada iba ser comparable a estos templos.

Llegamos de noche y como de costumbre sin nada reservado, ¿Acierto o error?  En esta ocasión y dado que llegábamos tan tarde pensamos que fue un error, pero una vez más tuvimos suerte.

El viaje nos recordó al Dragón Khan de Port Aventura: subidas, bajadas, carreteras llenas de baches y continuas curvas…

Al llegar una veintena de conductores de Tuk-tuk esperaban ansiosos la llegada de turistas. Acordamos con uno de ellos que nos llevara a un Hostel barato y así fue: 8 dólares por una habitación doble con una enorme cama y con baño dentro. Caímos como sacos en la cama y nos dormimos rapidísimo pues el viaje había sido largo y bastante agitado.

Para visitar el conjunto de templos, básicamente, hay dos opciones: en bici, que son unos 35kms., o contratando un Tuk-tuk para todo el día (10€). Optamos por esta última opción pues estábamos casados y, además, parecía que iba llover.
 

 
Compramos la entrada de tres días que costaba unos 40 dólares, solamente teníamos dos días pero salía mejor de precio (cuesta lo mismo comprar dos días sueltos que el pack de 3 días).
 

 
Todo, absolutamente todo, en Angkor es sorprendente: sus dimensiones, estructuras, detalles… uno no puede dejar de fotografiar, de observar y de alucinar.
 

 
No contratamos un guía y la verdad es que después nos arrepentimos.

Un lugar tan especial requería saber más, tener más datos y explicaciones y, por ello, decidimos que una vez finalizada la visita nos informaríamos más sobre la historia de este lugar mágico y así lo hicimos. Os dejamos una breve reseña y a lo mejor os pica el gusanillo:

“Sus monumentos y templos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1992 y son el conjunto monumental más famoso de Camboya.

Angkor Wat forma parte del complejo de templos construidos en la zona de Angkor, la antigua capital del Imperio jemer durante su época de esplendor, entre los siglos IX y XV y abarca una extensión en torno a los 200 km².

Desde su construcción a principios del siglo XII, fue el centro político y religioso del imperio.

En el recinto,  se ha calculado que vivían 20.000 personas, increíble pero cierto.”

 
Ahora quien pulula por sus extensiones y alrededores son, en su mayoría, los miles de turistas llegan a Siem Reap a diario y lo que sí podemos aseguraros es que estos templos no decepcionan a nadie.


 
A pesar de ello,  la amplitud del lugar es tal que en ocasiones parecía que estábamos solos, rodeados de ruinas y misterios. Y el lugar te atrapa y te invita a reflexionar:
 

 
¿Cómo habrían construido todo aquello?
 
 

 
¿Con qué medios?
 

 
¿Cuánta gente había vivido allí y cómo vivían?
 
 

 
Todas esas preguntas y muchas más nos rondaban por la cabeza según iba pasando el día. Y es una pena que aún no esté inventada la máquina del tiempo.

 
Es un lugar en el cual te adentras y por momentos parece que estés en un “cuento de hadas”.
 

 
Escuchamos a un chico que le decía a su amigo – “Fíjate, es el poder de la naturaleza que lucha contra el del ser humano”, por como las enormes y preciosas raíces de los árboles abrazan y hacen tambalear las estructuras de los templos.
 
 

 
Fue una buena idea contratar el Tuk-tuk para todo el día. En cuanto terminabas de visitar un monumento te esperaba para llevarte al siguiente, aprovechando el tiempo al máximo.
 

 


Además tal y como sospechábamos, el día terminó con un gran chaparrón.
 
 

Al llegar al Hostel nos encontrábamos cansados pero felices por haber podido disfrutar de todo aquello. Aún quedaba un días más para seguir viendo aquella maravilla.
 

 
No hace falta decir que creemos que este lugar lo recomendamos 100%, ¿no?

En el siguiente post os contaremos nuestra vuelta a Bangkok pasando por la frontera camboyana.

Alguien nos esperaba en Bangkok con muchas ganas de visitar el Sur de Tailandia.

Que disfrutéis muchísimo de la Noche Vieja en familia y deseamos de corazón que vuestros deseos y sueños para el 2014 se cumplan.

¡Nosotros seguimos soñando y cumpliendo nuestros sueños!

HASTA PRONTO


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